Comentario: Entiendo
perfectamente tu inquietud. Ese es el problema que surge cuando se agarran
extractos de escritos y se sacan fuera de contexto. Surgen mucho con Un Curso
de Milagros. La gente agarra extractos del curso sacando el material
completamente fuera de contexto y a raíz de eso surgen las confusiones.
Empecemos por hacer la siguiente
distinción que es muy importante. Una cosa es nuestra Realidad (letra
mayúscula) y otra es nuestra experiencia. Permíteme compartir este extracto del
curso antes de elaborar en tu pregunta. Un Curso de Milagros nos recuerda, “El cuerpo es sencillamente parte de tu
experiencia en el mundo físico. Se puede exagerar el valor de sus capacidades y
con frecuencia se hace. Sin embargo, es casi imposible negar su existencia en
este mundo. Los que lo hacen se dedican a una forma de negación particularmente
inútil.” T-2.IV.3:8-11
Utilizando un lenguaje coloquial, menos
abstracto, nuestra realidad es que somos una mente ilimitada que aparenta estar soñando un
sueño. Dentro del sueño nuestra experiencia es que somos un cuerpo. El que esta sea nuestra experiencia no
significa que sea nuestra realidad como mente. Por consiguiente lo que estamos
haciendo es aprendiendo a ser conscientes de nuestra realidad mientras todavía
estamos experimentando una experiencia física.
¿Qué significa esto? Que mientras
tengamos la experiencia de ser un “cuerpo”, que “supuestamente” se sostiene a
raíz de respirar, comer, descansar, etc., podemos ser conscientes de que nuestra
Realidad va más allá de esta experiencia física. Eso nos permite vivir en paz,
libre de sufrimiento mientras que simultáneamente atendemos a esta experiencia.
La realidad es que el cuerpo, siendo una
proyección de la mente, no necesita ni respirar ni descansar ni comer para
aparentemente sostenerse. Esa es simplemente una creencia dentro de la mente
que sueña el cuerpo. Pero como esa creencia en la mente que sueña el sueño
dicta el comportamiento del cuerpo en el mundo hay que respetarla. Si dijésemos
que llegase un momento en el cual esa creencia por alguna razón se erradicase
de la mente de manera que no necesitemos ni respirar ni comer ni descansar para
sobrevivir pues eso tendría lugar naturalmente para apoyar a la mente a que
despierte del sueño. Pero eso es una mera especulación mía y no sabemos.
Por lo tanto vamos a lo simple y
dejémonos de complicaciones. Olvídate del juego de palabras y vive tu vida
“normal” mientras simultáneamente utilizas cada experiencia para poner en
práctica el perdón. De esa manera según se va liberando el miedo de la mente se
vive una vida feliz y en paz hasta que llegue el momento de despertar del
sueño. Y eso ocurrirá independientemente de lo que se sienta uno inclinado a
hacer con el cuerpo en esta experiencia física para mantenerlo más cómodo.