Lloro y Lloro Por Una Relación, Mas Sé Que Es Ilusión, ¿Pero Cómo Ponerlo en Práctica?

--> Pregunta: “Buenos días. Quiero contarte algo... me ha pasado que tuve un encuentro con alguien que está dentro de mi entorno, esto ya pasó antes y desapareció sin más... en ese momento yo me quería morir lloraba y lloraba como un niño, después volvió y al cual le dije de forma muy correcta que, prefería su amistad en vez de una mala relación. El es abogado y me lleva todos los documentos. En lo profesional es muy bueno, pero ahora volvió a repetir lo mismo.... hubo un encuentro en donde decía que no sería igual que antes y ahora es igual que antes. Nunca me acosté con el solo mantenía un acercamiento de 15 años y resulta que una ya es mayor, y no quiero estar esperando a que venga una vez al mes o tener alguna llamada de trabajo para saber de él. Esto que no sé ni lo que es me ha bloqueado un poco, y se que lo tengo que pasar por qué no hay nada, pero es que me siento triste... y lloro y más lloro. Ahora que estaba mejor me sale otra cosa que significa mucho para mí Nick!! Se que todo es ilusorio pero por qué me ha pasado esto. Totalmente perdida. Ahora te pido que me hables desde tu experiencia ,.... gracias mil”

Comentario: Mi experiencia es muy simple y directa, mientras continúo poniendo en práctica recordando que mi realidad es algo que va más allá de esta experiencia física simplemente observó todo aquello en el mundo que de una forma a otra todavía representa algo de valor para mí de manera que pueda soltarlo. Según continúo enfocando en La Paz, naturalmente por su propio peso se va cayendo todo aquello que reconozco no va en congruencia con la paz que deseo. Por consiguiente se cae el apego a parejas, el apego a dinero, el apego a trabajo, el apego a salud, el apego a reputación, y según todo eso se va cayendo la paz es lo que está quedando más y más presente y subyacente en mí. No dije que suelto el deseo, pues si eso es algo que surge lo observo y confío en lo que me sienta inclinado a hacer. Lo que si suelto es el apego.

Mientras más desea uno la verdad, y la paz se va asentando en la mente, menos desea uno sostener el mundo. El deseo de sostener una pareja se va cayendo, el deseo de sostener un cuerpo se va cayendo, el deseo de sostener una relación se va cayendo, el deseo de sostener un trabajo se va cayendo, el deseo de sostener lo que sea se va cayendo. Eso no significa que uno no tenga pareja o trabajo o deje de hacer ejercicios o no haga cosas en el mundo. Lo que se deja es el deseo de sostener aquello que de una forma u otra va en contra de nuestro deseo principal, el cual de nuevo, es la paz de Dios.

Lo bonito del caso es que cuando uno es plenamente consciente de esto se disfruta las experiencias del mundo sin apego a ellas y por consiguiente sin miedo a pérdida. Si tienes una pareja compartes tu experiencia pero la pareja no puede manipularte porque al no sentirte necesitada si la tienes que dejar a un lado lo haces sin problema alguno. Lo mismo con el trabajo, lo mismo con cualquier tipo de relación, familia, cuerpo, etcétera. Y cuando hablo de dejar una relación o lo que fuese a un lado no estamos hablando de huir. Es simplemente que si por alguna razón ya no hay sentido para esta experiencia, sea lo que sea, la puedes dejar sin problema alguno. En tu caso, no te la pasarías llorando como un niño porque esa persona no este ahí, debido a que no habría ningún tipo de apego o expectativas con esa relación.

Si ahora mismo no te sintieses necesitada y sin embargo digamos que un hombre que te atrae entre tu vida lo verías simplemente como experiencia para compartir. Aprovecharías las oportunidades que esa relación te brinda, no para que te apegues más a la relación sino que para continuar sanando cualquier residuo de apego o pendencia que todavía existiese en ti. Y si llegase el momento en el que sintieses que esa relación no te apoya en tu despertar de consciencia la relación se puede deshacer sin ningún sufrimiento debido a que no hay miedo de quedarte “sola”, pues sabes que nunca estuviste sola ni te sentirás sola cuando recuerdas lo que realmente eres.

Mi experiencia de vida se simplifica mas cada día porque todo lo que practico es no aferrarme a nada, no tener expectativas de nada, solo aferrarme a la paz de Dios confiando en que lo que suceda es lo que que tiene que suceder y que no puede tener ningún efecto sobre mí como mente. Y todo esto de lo que estoy hablando es una experiencia. Con las palabras sólo puedo recordarte en qué dirección poner tu atención, hacia la verdad, hacia la paz. Pero repito, esto no va a tener lugar porque estoy diciendo que pongas tu atención en La Paz. Esto va a tener lugar cuando finalmente te sientas inclinada a decir, “Señor solo quiero mi relación Contigo, enséñame a recordar que Tú y yo Somos lo Mismo.

Para poder decir esas palabras de corazón tienes que simultáneamente ser consciente de que lo que estás diciendo es “estoy dispuesta a soltar este sueño”. Es por eso que Un Curso de Milagros nos recuerda, “Desear la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. Pues nadie que diga estas palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la manera de obtenerlas." W-pI.185.5:1-2

Sé que esto puede sonar aterrorizante cuando todavía deseas el mundo. Si por ejemplo deseas una pareja el decir estas palabras sería algo que te mantendría aterrorizada. Sin embargo, repito una vez más, mi experiencia ha sido que según continúo valorando la paz como lo más importante, la vida me presentará las experiencias necesarias, que en mi caso inclusive han sido tener experiencias que deseaba sólo para ahora observarlas desde otra perspectiva. Y te puedo garantizar que vivir la vida de esta manera erradica inmediatamente todo sentido del sufrimiento.

En lo que a mí concierne, ¿tendré yo pareja o no? No lo se, pero estoy bien con ello. ¿Tendré problemas de salud o no? No lo se, pero estoy bien con ello. ¿Se cumplirá algún deseo que esporádicamente surge en mi? No lo se, pero estoy bien con ello. Cuando estás bien con lo que es estás en paz. Pon todo tu enfoque hacia la verdad sin necesidad de intentar arreglar el personaje y en su debido momento cuando estés lista para soltar la resistencia podrás observar lo simple que escribir de esta manera.

Tu vida se está desenvolviendo perfectamente, no para que llores como un niño, sino que simplemente para que veas donde todavía están los apegos. Aprovéchalos como enriquecedoras oportunidades para sentir todos esos obstáculos que están saliendo a la superficie para hacer sanados. Y así con el Espíritu Santo, “juntos miréis su descabellada causa y os riáis juntos por un rato.” T.VIII.9:4