Miremos primero la lección del Curso:
“Mis ojos, mi boca,
mis manos y mis pies tienen hoy un solo propósito: estar al servicio de Cristo
a fin de que Él pueda utilizarlos para bendecir al mundo con milagros.
Padre, hoy le entrego
a Cristo todo lo que es mío para que Él lo utilice de la manera que sea más
beneficiosa para el propósito que comparto con Él. Nada es exclusivamente mío,
pues Él y yo nos hemos unido en un propósito común. De este modo, el
aprendizaje casi ha llegado a su señalado final. Por un tiempo colaboraré con
Él en el logro de Su propósito. Luego me fundiré en mi Identidad y reconoceré
que Cristo no es sino mi Ser.” W-pI.353.1:1-5
Ahora miremos la oración de San Francisco
de Asís:
Señor, haz de mí un
instrumento de tu paz:
donde haya odio,
ponga yo amor,
donde haya ofensa,
ponga yo perdón,
donde haya discordia,
ponga yo unión,
donde haya error,
ponga yo verdad,
donde haya duda,
ponga yo la fe,
donde haya
desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas,
ponga yo luz,
donde haya tristeza,
ponga yo alegría.
Oh Maestro, que no
busque yo tanto ser consolado como consolar,
ser comprendido como
comprender,
ser amado como amar.
Porque dando se
recibe,
olvidando se
encuentra,
perdonando se es
perdonado,
y muriendo se
resucita a la vida eterna.” - San Francisco de
Asís
Comentario: Como
podemos ver las dos van dirigidas a hacer la voluntad de Dios. Pero para eso
necesito dejar a un lado todas mis interpretaciones. Esa es en realidad la
sencillez de la enseñanza. Lo que sucede es que el sistema de pensamientos de
ego quiere sostener su identidad como personaje e intenta aplicar las
enseñanzas desde una perspectiva dual. Ahí es donde lo simple se hace confuso.
Miremos la oración de San Francisco de Asís línea por línea y veamos como la
misma podría ser interpretada desde una perspectiva no dual tomando conciencia
en cada momento de que no hay “otros” a quien la lección aplica salvo a uno
mismo.
“Señor, haz de mí un
instrumento de tu paz:”
Elijo dejar a un lado todas mis
interpretaciones.
“donde haya odio,
ponga yo amor,”
Donde perciba odio permítaseme dejar a un
lado mi interpretación de manera que la paz se restaure en la mente.”
“donde haya ofensa,
ponga yo perdón,”
Donde perciba ofensa permítaseme dejar a
un lado mi interpretación de manera que pueda recordar que solo el amor es
real.
“donde haya
discordia, ponga yo unión,“
Donde perciba discordia permítaseme dejar
a un lado mi interpretación de manera que la mente pueda ser restaurada a la
unidad.
“donde haya error,
ponga yo verdad,“
Donde perciba error permítaseme dejar a un
lado mi interpretación de manera que la verdad pueda se restaurada en la mente.
“donde haya duda,
ponga yo la fe,“
Donde sienta duda permítaseme dejar a un
lado mi interpretación de manera que recuerde que nunca estoy solo porque de
Dios es lo que soy.
“donde haya
desesperación, ponga yo esperanza,“
Donde sienta desesperación permítaseme
dejar a un lado mi interpretación de manera que el reconocimiento de la paz
pueda ser restaurada en la mente.
“donde haya
tinieblas, ponga yo luz,“
Donde perciba tinieblas permítaseme dejar
a un lado mi interpretación de manera que recuerde que hay un amor que me
sostiene y por consiguiente pueda confiar en la perfección de cada momento.
“donde haya tristeza,
ponga yo alegría.“
Donde perciba tristeza permítaseme dejar
a un lado mi interpretación de manera que pueda permitir cualquier sentimiento
surgir y así ser consciente de la alegría que soy.
“Oh Maestro, que no
busque yo tanto ser consolado como consolar,“
Oh Sabiduría, que no se me olvide lo que
soy.
“ser comprendido como
comprender,“
Soy comprensión y eso es lo único que
puedo compartir.
“ser amado como
amar.“
Soy amor y eso es lo único que puedo
compartir.
“Porque dando se
recibe,”
Como solo hay uno, lo que doy es lo que
recibo ya que todo lo que doy me lo doy a mi mismo.
“olvidando se
encuentra,“
Cuando dejo a un lado todas las
creencias, todas las interpretaciones, cuando vacío la mente de todo lo que
cree haber “aprendido” se deja a un lado la búsqueda y lo que soy se expresa
(encuentra).
“perdonando se es
perdonado,“
Cuando perdono es a mi mismo a quien
perdono.
“y muriendo se
resucita a la vida eterna.“
Cuando se deja a un lado el sistema de
pensamientos del ego (muero) recuerdo lo que soy (Vida Eterna, Dios).
Todo lo que acabo de compartir se podría
resumir en cuatro palabras: No
se absolutamente nada. Eso es dejar de
interpretar.