El perdón es el único regalo que doy.
1. El perdón es el único regalo que doy, ya que es
el único regalo que deseo. 2Y todo lo que doy, es a mí mismo a quien se lo doy.
3 Ésta es la sencilla fórmula de la salvación. 4Y yo, que quiero salvarme, la
adoptaré, para regir mi vida por ella en un mundo que tiene necesidad de
salvación y que se salvará al aceptar yo la Expiación para mí mismo.
Comentario: Empecemos por éstas primeras oraciones , "El perdón es el
único regalo que doy, ya que es el único regalo que deseo. Y todo lo que doy,
es a mí mismo a quien se lo doy."
Como sólo hay una mente y todo lo que
percibo es parte de mí siempre es a mí mismo a quién estoy perdonando.
Pero cuando hablamos de "mí
mismo" no es el personaje "yo" que desde "mi
perspectiva" está escribiendo éstas palabras y desde "tu
perspectiva" la que las está leyendo del que estamos hablando.
La que despierta del sueño es la mente
que está soñando toda ésta experiencia física la cual incluye el "yo"
y él "tú".
Y no se está perdonando por haber hecho
algo "malo" o "incorrecto" sino por haberse creído que de
verdad este sueño es su "realidad."
Las próximas dos oraciones dicen,
"Ésta es la sencilla fórmula de la salvación. Y yo, que quiero salvarme,
la adoptaré, para regir mi vida por ella en un mundo que tiene necesidad de salvación
y que se salvará al aceptar yo la Expiación para mí mismo."
Cómo podemos ver hay que ser consciente
de que no está hablando de un "mundo fuera", que es ahí donde el
sistema de pensamientos de el ego entra e intenta utilizar las enseñanzas del
curso, sino que lo que está corroborando es que la mente necesita salvación y
por consiguiente al la mente ser parte de mí la expiración es para mí mismo. En
otras palabras para la mente misma de la cual yo soy parte de.
Cada vez que algo en el mundo aparenta
tener algún efecto sobre mí todo lo que eso corrobora en la mente es la
creencia de que eso que se percibe "fuera" es real, por consiguiente
corrobora la creencia de que yo como personaje soy real.
Es un círculo que se retroalimenta, un
callejón sin salida. Pero al ser consciente de que soy mente y de que todo lo
que percibo a mi alrededor es parte de esa misma proyección, puedo entonces
utilizar el perdón como la herramienta para recordar una y otra vez lo que
realmente soy y por consiguiente puedo reconocer lo que todo a mi alrededor es,
imágenes que no me distraen de ese amor que soy.
Al la mente estar anclada en el amor, y
yo siendo parte de esa mente empiezo ahora a extender eso que soy a todo lo que
percibo a mi alrededor. Y si algo de lo que percibo a mi alrededor no tiene la
apariencia de un comportamiento amoroso por así decirlo, reconozco entonces que
es una petición de amor.
Es por eso que cuando me distraigo el
perdón es el único regalo que quiero ofrecer pues es el único regalo que quiero
recibir para una y otra vez recordar lo que realmente soy.
Sólo que hay un pequeño detalle y es que
para yo poder ser consciente de ese amor que soy primero tengo que sanar los
obstáculos que se han Interpuesto.
Todo eso tiene que salir a la superficie
antes de que yo pueda ser consciente de ese amor.
Otra manera un poquito más robusta de
decirlo es que tengo que atravesar todo mi odio para poder entonces ser
consciente de ese amor que soy.
Por lo general se queda uno encajado en
las palabras bonitas de las lecciones sin ser consciente del trabajo profundo
que se tiene que hacer para que esas palabras puedan entonces ser integradas.
Pero ese no es motivo de preocupación
simplemente es motivación para perdonar, eso es todo.