No aceptes la percepción variable que tu hermano tiene de sí mismo...

“No aceptes la percepción variable que tu hermano tiene de sí mismo, pues su mente dividida es la tuya, y no aceptarás tu propia curación sin la suya.”T-11.VIII.11.1

Cuando vemos a un hermano que aparenta estar atacándonos es muy fácil caer en la tentación de defendernos o juzgarlo debido a que sentimos la consecuencia de ese ataque como un sentimiento físico. Así se pasa completamente por alto el hecho de que ese sentimiento de victimismo está escondido en nuestro inconsciente. Solo que al haber sido negado se proyecta como un mundo, o para los efectos de este ejemplo, se proyecta como una imagen de un hermano que aparenta estar "fuera" y que ahora nos está atacando sin ser conscientes de que somos nosotros los que desamos sentirnos atacados, y el mundo solo refleja ese deseo inconsciente.

La tendencia, no natural, sino qué habitual, es la de defendernos. Es la de juzgar porque una vez más, estamos percibiendo una imagen separada de nosotros desde donde el ataque aparenta tener lugar. Y lo que sentimos, la rabia, el sentimiento de victimismo, el resentimiento, el miedo, etc., es la culpa inconsciente escondida que ahora utilizamos para corroborar la creencia de que de verdad somos cuerpos separados de Dios, indefensos en un mundo divido ajeno a nuestra realidad que es amor, “…nuestra herencia natural” T-In.1:7

El primer paso en ese caso es ser consciente de qué lo que percibo es una proyección aun cuando me encuentro atrapado por esas sensaciones que experimento a nivel psicológico corporal.

Eso sería el equivalente a tomar conciencia, o a ser consciente. Ese paso, aunque se podría decir que es el más difícil, es el más importante de todos pues ahí es donde recuperamos nuestro poder de elegir en la mente un Nuevo Maestro (Espíritu Santo) para que nos apoye a re interpretar esa experiencia.

Una vez el Espíritu Santo se apodera de nuestro sistema de pensamientos nos enseña a como esa imagen que aparenta tener la forma de hermano separado atácandonos simplemente a gritos nos suplica, “Por favor no permitas que se me olvide que soy merecedor de el amor de Dios. No caigas en la tentación de distraerte con la escena que se está proyectando desde el inconsciente en este momento (…no nos dejes caer en la tentación…). Porque si te olvidas de lo que realmente eres (Amor), caerás en la misma trampa en la que yo me encuentro y me juzgarás (te juzgarás), me atacarás (te atacarás) y nos hundiremos juntos. Te imploro desde lo mas profundo de nuestro ser, aun cuando lo hago de la forma que ahora mismo solo se como, y es atacando, de que no te olvides del amor de Dios en ti. Pues solo a raíz de ello podré recordarlo en mi y de esa manera nos salvamos juntos.”

Ese es el trabajo de un obrador de Milagros. No sanar a “otros” debido a que no hay “otros.” Sino que a estar dispuesto a mirar el contenido de su mente. A mirar todas esas nubes de oscuridad que constantemente salen a la superficie. A mirar todos esos sentimientos de culpa que intentan ser justificados al proyectárseles a “hermanos atacando” o a un "mundo lleno de injusticia" para así permitir que el Espíritu Santo le permita corregir su percepción errada y no le distraiga del Verdadero Mundo en el que ahora mismo se encuentra, "En Dios estás en tu hogar, soñando con el exilio, pero siendo perfectamente capaz de despertar a la realidad:…” T-10.I.2:1 El Verdadero Mundo donde sólo reina el amor de Dios y nada mas. Es por eso se nos recuerda que lo único que existe es amor, y todo aquello que no lo aparente ser es solo una petición de amor.

Seamos conscientes de todas las peticiones de amor que se nos presentan en cada momento para que de esa manera el Espíritu Santo restaure la cordura en la mente. ¡Que pasen un feliz día! :)