Critiqué Y Ahora Me Siento La Persona Mas Mala Del Mundo

Pregunta: “Buenas noches Sr. Arandes me encantan sus apreciaciones y necesito su ayuda para asimilar una situación que se me estado repitiendo y es la siguiente: Hice una critica que a su vez a quien critique me escuchó, fue y les dijo al salón de clases, el salón de clases decidieron hacer la ley del hielo y etiquetarme como leprosa, no me dijeron nada pero sentí la vibra. En resumen fue mi propia percepción dañina por criticar a alguien que provoco una reacción y ahora me estoy yo castigando a mi misma ME SIENTO LA PERSONA MAS MALA DEL MUNDO (es complejo porque una parte mía no ha aceptado, me he justificado mi propio error) tengo que hacer una terapia si me siento MUY MAL., quisiera su consejo y sugerencia estoy tocando fondo ya quiero resolverlo. Gracias por escucharme por este medio.”

Comentario: Al estar identificados con el sistema de pensamientos del ego nos percibimos separados. A raíz de ello opinamos, criticamos sin darnos cuenta de que toda opinión o critica es siempre hacia nosotros mismos. Una vez que somos conscientes de esto, no es que el deseo de opinar o criticar se desvanezca de la noche a la mañana, sino que lo podemos observar y no actuar sobre ese deseo. Según se va sanando la culpa inconsciente la critica y opiniones personales dejan de ser importantes y no nos encontramos reaccionando.

Vamos no obstante a ver tu situación porque el que hayas hecho una critica es irrelevante, sino que mas bien la culpa con la que te auto castigas. Todo encuentro es mutuo y de la misma manera que tu hiciste una critica dado el sistema de pensamientos con el que te identificabas en el momento, la persona criticada también eligió ser criticada para así poder juzgar a quien la critica de la misma manera que todas las personas involucradas deciden inconscientemente utilizar esa experiencia para juzgar y así proyectar su culpa inconsciente “fuera.” Sabemos que no hay “otras personas” de la misma manera que no hay un “yo” o un ‘tú” pero ese es el lenguaje que estamos utilizando para fines de esta explicación.

Así que todo ocurrió perfectamente para que cada cual pueda ver su culpa inconsciente proyectada. Solo que los que no son conscientes utilizan el mundo para justificar sus sentimientos de victimismo y por consiguiente culpan y atacan. Lo importante no es que la escena haya ocurrido para fines de culpar sino que ahora tienes tú la oportunidad de elegir el perdón como herramienta para sanar, que paradójicamente cuando tu sanas todos sanan ya que todos somos Uno. Un extracto del curso muy bueno para cuando nos sentimos culpables por algún comportamiento es:

Debo haber decidido equivocadamente porque no estoy en paz.
Yo mismo tomé esa decisión, por lo tanto, puedo tomar otra.
Quiero tomar otra decisión porque deseo estar en paz.
No me siento culpable porque el Espíritu Santo, si se lo permito anulará todas las consecuencias de mi decisión equivocada.
Elijo permitírselo, al dejar que Él decida en favor de Dios por mí.”
T-5.VII.6:5-11

Esas palabras no son una varita “mágica” para que ahora te sientas “bien.” Pero si reconoces que su propósito es hacerte consciente de que en todo momento tienes el poder de en tu mente elegir la paz sobre todas las cosas, te conducen a la liberación de la culpa inconsciente en este momento y como resultado te sientes bien. O sea, te sientes bien no por las palabras sino que por la intención con las que se dicen.

Por consiguiente no eres culpable de nada ya que todo ocurrió perfectamente para el único propósito el cual es perdonar. Por algo se nos recuerda: ”Todas las cosas obran conjuntamente para el bien. En esto no hay excepciones, salvo a juicio del ego." T-4.V.1:1-2 O “¿Qué no ibas a poder aceptar si supieses que todo cuanto sucede, todo acontecimiento, pasado, presente y por venir; es amorosamente planeado por Aquel cuyo único propósito es tu bien?” W-pI.135.12:1

Lo importante ahora es hacerte la siguiente pregunta, ¿que es lo que de verdad deseo, seguir sintiéndome separada como un ser humano o recordar que lo mas importante en mi vida es mi relación con Dios? Al desear una relación con Dios saldrán a la superficie todos los apegos a esta identidad física, sentimientos de victimismo, etc., para ser sanados. Por lo tanto, lo primero que necesitamos ser conscientes de es de ser honestos con nosotros mismos y darnos cuenta de que no deseamos la paz de Dios, pero de que estamos abiertos a esa aceptación. Y a diario tomar consciencia de cuan fácilmente nos distraemos para elegir una vez mas la mente recta. Lo hacemos cuando vivimos cada día en total aceptación de lo que es mientras que simultáneamente nos brindamos espacios de quietud.

Es como decir que queremos hacer ejercicio y no las pasamos leyendo libros sobre los ejercicios correctos, el equipo que debemos comprar, etc., pero no movemos el cuerpo. Si queremos hacer ejercicio, podemos busca información sobre ello, mientras que al menos vamos al gimnasio. De lo contrario todo se queda en teoría. Solo que hay un detalle. Para querer ir al gimnasio hay que desearlo, pues un “coach” o un “motivador” no te sirve de nada porque si el deseo genuino no está ahí, llegará el momento en el que vas a sentirte desanimada y lo vas a dejar. ¿Cuantas veces la gente paga por membresía a gimnasios porque vieron fotos de resultados que desearían obtener pero cuando se dan cuenta del esfuerzo que tienen que hacer y los cambios alimenticios se desaniman y en menos de dos semanas cancelan la membresía?

Por lo tanto, ¿deseas la paz de Dios? A menos que empieces ha hacer algo que demuestre que por lo menos estás abierta y dispuesta a ello, pueda que solo quieras la paz de Dios cuando tienes un problema. Si ese es el caso no es la paz de Dios lo que deseas. La paz de Dios es algo que se desea para recordar nuestra naturaleza en Dios. De lo contrario lo que deseas es seguir sintiéndote separada de Dios solo que mas “cómoda.” Solo que la consecuencia de continuar percibiéndote separada es que reaccionas a “otros” y constantemente terminas culpándote.

Finalizando con tu pregunta, dices, “...me siento la personas mas mala del mundo.” Bueno, todos de una manera u otra nos sentimos así porque al habernos creído separados de Dios sentimos que Lo abandonamos. Esa es la culpa inconsciente que nos conlleva a “escondernos” en un “cuerpo” y proyectar un “mundo” de ilusiones. Lo importante ahora es reconocer que tenemos una herramienta, el perdón, para poder elegir otro sistema de pensamientos y tener acceso a la paz que está ahí. De esa manera nos liberamos de la culpa inconsciente y al menos vivimos un sueño feliz antes de despertar de él.

Y cuando dices, “…estoy tocando fondo ya quiero resolverlo…” Tocar fondo es lo que ahora te motiva a empezar a buscar la paz de Dios. Por consiguiente, no es una “mala” noticia. Es simplemente un acto de completa humildad, si es que te rindes de verdad, lo cual te va encaminado a tu sanacion. El problema aquí es cuando dices que “quieres resolverlo ya.” Ahí no hay aceptación, lo que hay es resistencia a lo que es y por consiguiente sufres.

Para salir de ese sufrimiento y abrirte a la paz lo primero es aceptación total de lo que sientes y de lo que es. Ese es el puente para experimentar la paz que eres ahora mismo. Y observa que la culpa que sientes es porque estás alimentando las historias que la mente hace sobre lo acontecido, una vez mas, basado en lo que tu crees ser, un ser separado de Dios. Según tu deseo de paz se asiente an tu mente, la vida misma orquesta todo perfectamente para que puedas reconocer más y m ás que tu paz no la determina tus circunstancias solo tu deseo de elegirla.

Así que tranquila, no estás haciendo ni has hecho nada “mal”, simplemente estás experimentando las consecuencias de elegir el sistema de pensamientos del ego y por consiguiente puedes elegir Otro. Eso es todo.